22 mayo, 2010

UN DESAFIO PARA LAS MADRES DE HOY (2da parte)

1 Samuel 1:15
Escrito por: Pr. Roger Gómez  
 
Ana sentía un profundo respeto por las autoridades puestas por Dios

Cuando Ana buscó refugio por medio de la oración en el templo, el profeta Elí era en ese entonces el ministro de Dios, Ana se dirige a él llamandole "mi señor". En el tiempo actual se ha perdido el respeto por las personas que Dios ha puesto en diferentes responsabilidades sean estas: religiosas, educativas, gubernamentales, civicas, etc.


¿Qué podemos decir de los hijos que ya no respetan a su padres?. La verdadera educacion empieza en el hogar. La madre tiene el gran privilegio de ayudar en la formación del caracter de sus hijos por cuanto es ella la que pasa más tiempo con ellos. "No es tarea sin importancia el trabajo de una madre, aunque rara vez se aprecia."

"Los angeles celestiales obsevan a la madre apesadumbrada, y anotan las cargas que llevan día tras día. Su nombre puede ser desconocido para el mundo, pero está escrito en el libro de la vida del Cordero" M.C 291,292

"Jesus conoce la preocupación del corazón de cada madre. El que tuvo una madre que luchó con la pobreza y la privación, simpatiza con cada madre en sus trabajos... Acudan las madres a Jesús con sus perplejidades y hallarán gracia suficiente para ayudarles en la dirección de sus hijos. Las puertas estan abierta para toda madre que quiera poner sus cargas a los pies del Salvador" DTG 473

recuerden apreciadas madres y padres tambien, por supuesto; que el hogar es la base de la sociedad y solo podrán verse cambios en ella en la medida que nuestros hijos aprendan en el hogar el respeto y amor, en primer lugar por las autoridades más cercanas a ellos; o sea sus padres. En este sentido Ana es un gran ejemplo para toda madre actual.

Ana  llevaba sus problemas a Dios 1 Samuel 1:12-17

Ana tenía con quién compartir sus problemas; su maximo amigo y confidente era Dios. Ana tomaba tiempo para platicar y desahogarse en la misma presencia de Dios. Elí pensó que estaba ebria, pero ella  le contó el dolor de su alma. Elí le dijo: "ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la peticion de tu corazón". Volvió a su casa con fe renovada, con la seguridad que Dios había escuchado su petición. Al año siguiente Dios habia recompenzado su fidelidad y su oración. Cuando una madre ora con fe tiene la respuesta asegurada. "La oración es la ruta para que las peores batallas sean convertidas en victoria"

"Si las madres fueran a Cristo con más frecuencia y confiaran más plenamente en él, sus cargas serian más ligeras, y hallarían descanso para sus almas" Promesas 98

"Los brazos de Jesús sostienen a la madre fiel y temerosa de Dios"  

 CONTINUARA...

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